Aguilar de Campoo es un municipio de la provincia de Palencia, en Castilla y León, España. Pertenece a la Comarca de Campoo-Los Valles. Pertenece a la Comarca de la Montaña palentina, usada por la Diputación de Palencia como división subprovincial. |
Aguilar de Campoo fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1966. Fue villa monumental de gran importancia durante la Edad Media. En sus alrededores podemos encintrar la mayor concentración de Iglesias Románicas de Europa y un entorno paisajístico inigualable. |
Cordovilla de Aguilar es una aldea de montaña, una pedanía de Aguilar de Campoo, situada de ésta a menos de diez minutos. Actualmente apenas cuenta con diez habitantes permanentes. Rodeada de robledales, resulta un lugar ideal donde descansar y pasear por sus agradables y asequibles caminos, alguno de ellos señalizados con interesantes rutas. |
Aguilar de Campoo tiene muchos palacios y casas blasonadas, su arquitectura renacentista, sus puertas y murallas medievales, sus iglesias, su monasterio, el pantano y algunos alrededores más, que conforman un conjunto declarado Histórico Artístico, tan conocido y rico como sus archifamosas galletas. |
Oficina de Turismo de Aguilar de Campoo: Plaza de España 30, Teléfono 979123641 |
Museo Ursi de tallas de Madera: Plaza Escultor Ursi 16 |
Museo de Arte Sacro: Colegiata San Miguel Arcángel. |
Centro Expositivo ROM, Románico y Territorio: Monasterio Santa María la Real. Teléfonos 979125330 - 616994651 |
Aguilar podría formar parte de la vía romana que iba desde Pisoraca (Herrera de Pisuerga), donde estaba el campamento de la Legio IV Macedónica, a Portus Blendius, en Santander. No es hasta el siglo IX cuando comenzaría la repoblación en tierras palentinas. |
Según el historiador D. Julio González, la zona al sur de Brañosera, cuya carta puebla data del año 824, es repoblada en el último tercio del siglo IX y Aguilar pudo ser el punto clave, junto al río y con su fortaleza en un cerro, de todo ese territorio. |
Noticias más precisas comienzan a encontrarse en el siglo XI, referentes a uno de los edifi cios más importantes de la villa: el monasterio de Santa María la Real. En el siglo XII, en un momento ya de estabilidad y seguridad y con un posible aumento demográfico la población se asentará en el llano junto al río, donde pondrían sus molinos y sus huertos, extendiéndose paulatinamente a la vera del mismo, dando lugar a Santa Cecilia y la nueva iglesia de San Miguel, situada en la misma plaza, prácticamente a orillas del río. Ya en 1220 sabemos que existe, al igual que numerosas familias judías que parecen ser propietarias de terrenos y molinos, y en 1219 se hace referencia por primera vez al mercado de Aguilar, denotando ya cierta actividad comercial básica en la villa y posiblemente en la zona. Y los Reyes Alfonso VIII, y Alfonso X le conceden a la villa aduana y Fuero Real respectivamente, constituyéndose éste último en señor de la villa. |
La villa se extiende a la orilla norte del Pisuerga formando un eje principal E-O, a un lado el puente Mayor, y al otro extremo la puerta de Reinosa o del Portazgo, atravesando la calle del Puente, la Plaza y la calle del Portazgo (actual Barrio y Mier). Este trayecto formaría en el medievo, y aún hoy, el núcleo comercial y artesanal, que originó la necesidad de protegerse con una portentosa muralla que data de fi nales del siglo XIII, de la que aún hoy se conservan 5 de las 6 puertas de acceso a la villa y numerosos tramos. |
El año de 1381 nos sirve al menos para fechar la puerta de Reinosa (Oeste), ya que en ella hay una lápida con un texto en hebreo, en el que fi gura también su donante el judío Isaac Zamelek, durante el reinado de Enrique II de Trastámara. El recorrido de la muralla medieval partiendo de la puerta de Reinosa se prolonga hacia el Sur, encontrándonos con el siguiente acceso: la puerta de la Tobalina, y una más, la de Tenerías, más al sur está la del molino de Malla, ya cercana a la de mayor porte de Santa María, que comunicaría la villa con el monasterio de Santa María la Real y la zona del valle. En esta puerta, la muralla tuerce hacia el Norte, dándose el tramo más amplio con tres torreones semicirculares que probablemente guarnecerían otra puerta desaparecida situada al Norte, llamada de la Quintana, para alcanzar hacia el Oeste de nuevo la puerta de Reinosa. |
En 1480 los Reyes Católicos erigen en marquesado el señorío de la villa a favor de don García Fernández Manrique, que sería el primer marqués de Aguilar y tercer conde de Castañeda. 50 años más tarde se construye el palacio de dichos marqueses, situado en la plaza, con los blasones de los Fernández Manrique: orla de armiños bajo corona, con la cruz de Santiago y guirnaldas de frutas. |
En esta época se edificarían otras casas nobles, construidas en piedra bien tallada, con sus escudos, amplias portadas, balcones y resaltados aleros, de todas aún se conservan las casonas de Mier de Terán, Soto y Velarde en la calle Barrio y Mier, junto a la puerta de Reinosa o los Siete linajes, o de Soto y de Porras en la plaza, hacia el Norte o, en la misma plaza, en su fachada Sur, los palacios del marqués de Aguilar y de los Leones, o saliendo de la plaza hacia el Oeste está el de Villar de Solórzano, también conocida como palacio de los Villalobos. Y, por último, el desaparecido palacio renacentista del marqués de Villatorre, del que solo queda la puerta de la “Torrejona” situado detrás del ábside de la colegiata de San Miguel, y que preside la plaza. |
La tipología de estas casas se caracteriza por la fachada de sillería con arcos ojivales grandes para permitir entrada de carruajes, o de medio punto, con ventanucos de doble ojiva con parteluz en piedra. Los aleros, cuando no son de sillería, vuelan sobre la fachada soportados por recios canecillos de roble tallados en doble moldura con una soga central muy bonita. |
Hay otro tipo básico de construcción, más rústico, hecho con ladrillo y entramado de madera: los soportales, aparecidos probablemente a partir de finales del siglo XV, y que forman parte del paisaje urbano de Aguilar. Su estructura reposa sobre columnas de madera, soportando dinteles que sostienen balconadas enormes llenas de galerías encaradas al sur, desde donde contemplar la vida de la calle al abrigo de los elementos. |
La colegiata de San Miguel situada en la plaza de España ofrece a esta un aspecto monumental de gran belleza. Empezada en estilo románico anterior a 1220, se conserva la antigua capilla bautismal y el primer piso de la fachada principal. Continuada en estilo gótico, que es el que predomina en la actualidad, hacia 1330, si bien la torre es de estilo renacentista. Es un gran templo de tres naves con bóveda de crucería, cuya nave central remata tras el presbiterio con un ábside heptagonal que contiene diez ventanales góticos solo visibles por el exterior, ya que en el interior los tapa un estupendo retablo barroco atribuido a talleres burgaleses. |
A ambos lados del presbiterio, encontramos esculpidos en jaspe de varios colores los panteones de los primeros marqueses de Aguilar: D. Luis Fernández Manrique con su esposa Doña Ana de Aragón, y D. Juan Manrique de Lara y su esposa Blanca de Pimentel. |
Además, la antigua sacristía alberga un museo parroquial con tallas y enseres religiosos procedentes de ilustres de la villa y la comarca. |
· Capilla de San Andrés: procedente de una antigua iglesia románica situada a los pies del castillo por poniente. La portada presenta varias arquivoltas talladas al más puro estilo románico, que abunda en la comarca: dientes de sierra, taqueado jaqués, volutas y hojas componen un conjunto nada despreciable. |
· Ermita de Santa Cecilia: situada en la ladera Este del castillo, data de finales del siglo XII, y destaca sobre todo su torre cuadrada, puramente románica, con su doble arco de medio punto abriendo el campanario a los cuatro vientos. En el interior conserva el capitel de la Matanza de los Inocentes de gran riqueza estilística y delicada talla. |
· Sinagoga judía: más conocida como capilla de nuestra Señora del Portazgo, y que se halla a unos 50 metros del ábside de la colegiata, al comienzo de la calle Barrio y Mier que conduce a la puerta de Reinosa al Este de la villa. Es de propiedad privada y se deja entrever tras unos portones de madera. |
· Monasterio de Santa Clara: situado al otro lado del río, es un convento de hermanas Clarisas, que fieles a la tradición siguen elaborando pastelería y repostería. |
· Monasterio de Santa María la Real: el monasterio de Santa María la Real es de esas obras que reafirman la condición humana y elevan el espíritu. Tras 150 años de abandono y ruina por culpa de la desamortización de Mendizabal, con el ímpetu, amor y capacidad de una serie de “notables” aguilarenses, entre los que destacan José María Pérez “Peridis” y el fallecido crítico de arte, Santiago Amón, unido a un sinfín de gente anónima, se consiguió la rehabilitación del portentoso monasterio en los años 80 para albergar un instituto de enseñanza secundaria, un museo, una escuela taller, museo del románico y la fundación del mismo nombre. Es verdaderamente delicioso pasear por sus salonas y sus claustros, o rememorar sus estampas por los rincones de piedra, con el rumor del arroyo que aún hoy lo atraviesa. El monasterio es de estilo románico en su planta baja, de gran profusión escultórica en sus capiteles de doble columna cuyos mejores ejemplares se exponen en el Museo Arqueológico de Madrid. Reformado y ampliado una y otra vez, van apareciendo estancias de diferentes estilos, la mayoría medievales. A la sala capitular, refectorio, cocina y claustro primitivos, se le añadirán posteriormente la cilla, la biblioteca, la iglesia, la sacristía y las celdas de los monjes en estilo gótico, para seguir ampliando y reformando desde el siglo XV al XVIII, el claustro alto, las salonas, más celdas y los dos enormes edificios en torno al patio central de la entrada dándole el enorme porte del que ahora hace gala. |
A un km se sitúa el pantano con sus bonitas vistas. |