Vinuesa fue región de pelendones citada en las fuentes clásicas como Visontium. Los habitantes prerromanos capitularon ante el poder de Roma iniciándose un periodo de asimilación de la cultura de los conquistadores. Las obras públicas comunicaron este lugar a través de calzadas con Uxama o Numancia; un puente reutilizado y remodelado en épocas posteriores emerge de las aguas embalsadas con el estiaje. |
Los visontinos han sido y son ganaderos, han aprovechado los recursos que el inmenso pinar pone en sus manos, la carretería forjó una de las «cabañas» más importantes del país y sus canteros trabajaron la piedra construyendo impresionantes casonas con estructuras de madera y espectaculares chimeneas cónicas de entramado vegetal y barro. |
La historia ha ido jalonando la localidad de testimonios de diversas épocas y estilos. El rollo jurisdiccional identifica el poder territorial de la villa sobre su tierra y los palacios el dominio señorial de los marqueses de Vilueña o los Neyla. Pero es también de gran interés la arquitectura tradicional pinariega una de las seña de identidad más personales de Vinuesa; la Casa de los Ramos construida en las últimas década del siglo XVIII fue declarada Bien de Interés Cultural den 1996 reproducida para la Expo de 1929 en el «Pueblo Español» de la Ciudad Condal. |
Fueron carreteros y también poderosos ganaderos de ovino integrantes del Honrado Concejo de la Mesta. Aún se conserva uno de los lavaderos donde la lana se arreglaba para la venta. |
La parroquial gótica visontina está dedicada, como no podía ser de otra manera, a la Virgen del Pino. Cuenta la tradición que la talla apreció en la copa de un pino con ramas en el término de Covaleda. Ambas localidades se disputaron la efigie, pero las mujeres de Vinuesa armadas de ramas de pino solventaron la contienda dando origen a una de las tradiciones más conocidas de la villa, la Pinochada en las fiestas de Ntra. Sra. del Pino y San Roque, declaradas de Interés Turístico Regional. |