· Parroquia de Xaviña: La parroquia de mayor extensión del ayuntamiento cuenta con una actividad prácticamente agrícola y forestal, aunque en los últimos años comienza a incidir en la actividad marisquera. |
El exponente de su vida señorial se refleja en el Pazo dos Mouzo, del siglo XVIII, y en el Pazo da Paxariña, del siglo XVI. |
Entre los monumentos religiosos destaca la Iglesia de Santa María de Xaviña, del siglo XII y con una gran pureza de líneas compositivas. |
Bajo la gran duna del Monte Branco se esconde el silencio de la tragedia del Serpent, en el Cemiterio dos Ingleses, que al igual que otros muchos barcos naufragó en estas costas. |
Hermosas playas y el área de recreo de la playa de O Ariño completan el atractivo de esta parroquia. |
· Parroquia de Camariñas: Lugar nacido de la esencia del mar, con la mirada fija en el ría. En las primeras décadas del siglo pasado, las piedras del Castelo do Soberano, batería de defensa de la ría en la época de Carlos III contra la invasión francesa, fueron empleadas en la construcción de la dársena del puerto y los cañones, para amarrar las chalanas. |
El Faro Vilán alumbra la brava costa y el Foxo dos Lobos, la Mámoa da Reira y los restos del Castro da Croa nos recuerdan la existencia de los primeros asentamientos en la zona. |
Entre los monumentos religiosos destaca la Capilla de San Xurxo, del s.XVIII, y su retablo. |
· Parroquia de Camelle: Emerge de un posible asentamiento de marineros vascos que andaban a la búsqueda de ballenas. En el siglo XVIII perteneció a los Condes de Altamira, con una docena de casas y la capilla de culto al Espíritu Santo. |
Vinculada desde siempre al mar, en el siglo XIX y con el auge del sector pesquero, empresarios catalanes establecieron diferentes fábricas de salazón de sardina y congrio, junto con una estación de salvamento marítimo y un desguace de barcos hundidos. |
Sus costas son un punto fatídico de la Costa da Morte ya que aquí se hundieron los barcos: Boris Scheboldaef, Natalia e Yeoman. |
· Parroquia de Ponte do Porto: Centro estratégico de la comarca, emparentado a una posible vía romana "per loca marítima", un lugar de paso de mercancías de la costa al interior, y viceversa, y lugar de refugio de la flota ante los temporales e incursiones foráneas. |
Debe su nombre al puente de piedra que une los grupos de casas al lado del Río Grande. Un puente de sillería con arcos peraltados y rebajados, con contentas de la altura de un hombre y con apartaderos. |
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, en A Ponte do Porto surgen la mayoría de los importadores de encaje de Camariñas a las Américas, destacando Manuel Miñones y Norbeto Noya Mira. Otro sector destacado son los aserraderos del lugar y comarca; y los molinos privados y de maquila (hoy la ruta de los molinos PR G-37). |
En la actualidad, las casas antiguas de piedra a un lado de río son recuerdos de otros tiempos. En cuanto a sus gentes, el Museo Etnográfico, que surgió de una iniciativa popular, es un reflejo de las profesiones y elementos que configuraban estas casas. |