· Iglesia de San Francisco: Perteneció al Convento de los Padres Franciscanos. Es de estilo barroco del siglo XVII, y de fachada sencilla que combina toba y ladrillo. Su planta responde al estilo jesuita con arcos laterales, cabecera recta, bóveda de medio cañón con lunetos y cúpula sobre pechinas en el crucero. Retablos, imágenes (de Castillo Lastrucci y Jacinto Higueras) y pinturas al fresco son posteriores a la guerra civil. Sin embargo en esta iglesia recibe culto la imagen más venerada de la ciudad: el Santísimo Cristo del Consuelo. Se trata de un lienzo con una curiosa historia. Existía a finales del siglo XVI o principios del XVII un cuadro que representaba la imagen de un crucificado de tres clavos, con fondo neutro y la figura de dos orantes a sus pies, seguramente los marqueses de Camarasa, que por un tiempo detentaban la titularidad del Adelantamiento. Parece ser que este cuadro se encontraba en una capilla particular de la iglesia de Santa María. La gran devoción se empezó a gestar cuando a raíz de una gran tormenta y riada en 1694, que causó graves daños en el templo y arrastró parte de los objetos de culto, el cuadro pareció salvarse milagrosamente. Bien porque la devoción seguía creciendo y el pueblo quiso tener su propia imagen, bien porque los marqueses retiraran el lienzo cuando dejaron la titularidad del Adelantamiento y entonces se hiciera otra copia; lo cierto es que en el siglo XIX sabemos que existe otro lienzo del Cristo del Consuelo, que tiene culto en esta iglesia, donde la gente lo podía venerar. Sin embargo, este lienzo ya no era igual al anterior. El nuevo era un cristo de cuatro clavos (al estilo del de Velásquez), y su imagen no se alza sobre fondo neutro, sino sobre una población que ocupa la parte inferior del cuadro. Tampoco es este cuadro el que se conserva en la actualidad, pues fue destruido en el año 1936. El lienzo que podemos ver actualmente es una copia del mismo encargada a Mariano Madrazo y Lope de Calle. La feria de Cazorla se celebra el 17 de septiembre en honor al Cristo del Consuelo, que sale ese día en procesión. |
· Iglesia de San José o Parroquia de Santa María: Sede de la Parroquia de Santa María, fue convento de Agustinas Recoletas, de la segunda mitad del siglo XVII. Como casi todos los edificios religiosos de la zona, no conserva importantes obras de arte, debido por un lado a la desamortización, y por otro a los sucesos acaecidos durante la guerra civil. En su interior hay hermosas tallas de Navas Parejo y Castillo Lastrucci y seis grandes lienzos copias del Greco, realizadas por Rafael del Real, que recuerdan la pertenencia religiosa a la sede de Toledo del antiguo Adelantamiento. El retablo mayor es obra del burgalés Valeriano Martínez. La fachada es sencilla, y en la portada podemos destacar dos relieves procedentes de la antigua iglesia de Santa María, uno de la Natividad y otro de Dios Creador. |
· Iglesia del Carmen: Tiene una torre octogonal. Fue templo del Colegio de la Compañía de Jesús, y luego hospital de los Padres Carmelitas Descalzos. Su traza es de Blas Antonio Delgado, siglo XVII. De una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos, crucero con bóveda de media naranja sobre pechinas, y capillas laterales; estilísticamente repite el modelo de iglesia jesuítica o de contrarreforma. La portada principal es de tintes manieristas y está coronada por un gran escudo de la Casa Real Borbónica. La torre, cuadrada en la base, con remate octogonal, responde al modelo utilizado en su día por Vandelvira que siguen otros arquitectos de la provincia. |
· Ruinas de la Iglesia de Santa María: De traza renacentista, siglo XVI se ha venido atribuyendo al gran arquitecto Andrés Vandelvira, muy vinculado a la familia de los Cobos (que durante algún tiempo fueron Adelantados de Cazorla) Sin embargo, no hay documentos que lo demuestren. Por otro lado, la intervención del arquitecto Alonso de Barba, alumno aventajado y seguidor más fiel del maestro en todas sus obras inconclusas, resulta innegable, además de aparecer su nombre en una cartela de la portada principal. No sabemos, por tanto a ciencia cierta si se trata de un proyecto de Vandelvira que concluye Barba, o del propio Barba. En cualquier caso podemos hablar con toda propiedad de escuela vandelviriana. |