Casa da Ferreira

El suelo, el Canastro y el gran tanque son testimonios de diversos usos dados a la casa. En primer lugar como sitio de la fundición del mineral y luego como Granja Comunidad.
En su interior se desarrolla una estructura más moderna. El Gran Salón, antiguamente utilizado como un lugar de preparación y de trabajo del lino es ahora un amplio espacio, ideal para eventos más grandes. Los otros dos espacios, que habían servido previamente como un establos para animales, cambiaron para convertirse en la cocina y la sala de estar con chimenea, ideal para grandes noches de invierno.
En el primer piso, se encuentran los dos dormitorios de los propietarios (habitación Eira y dormitorio de Ferreira), separados por una zona privada de diseño. Sigue siendo, todavía, el casco antiguo de la casa, hoy en día un gran espacio versátil que puede variar entre el dormitorio/guardería, oficina e incluso una sala de reuniones. Este espacio se caracteriza por la particularidad de no tener ninguna puerta, que en su momento permitió a los servidores escuchar las llamadas de los propietarios.