Información general:
Villarrodrigo es un municipio de la provincia de Jaén, en Andalucía, España. Extiende sus dominios en el límite noreste de la provincia de Jaén. Está situado en el extremo noreste de la provincia, limitando al norte con Ciudad Real y Albacete. Para acceder desde la capital, de la que dista 170 kilómetros, hay que tomar la carretera comarcal A-316 que une las ciudades monumentales de Úbeda y Baeza, declaradas Patrimonio de la Humanidad. A la altura de Úbeda, la carretera principal enlaza con la N-322 que, tras recorrer unos 105 kilómetros en dirección Albacete, conduce hasta Villarrodrigo. Durante este recorrido se pasa por numerosos municipios que pertenecen al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
Sus tierras de color púrpura enlazan las estribaciones de la Sierra de Segura con la cadena montañosa de Sierra Morena. Por ellas batalló don Rodrigo, el maestre de la Orden de Santiago a quien su hijo, el poeta Jorge Manrique, dedico sus famosos y más emotivos versos.
Las tonalidades ocres y rosadas de la arcilla cubren el relieve apacible de Villarrodrigo. Sobre él despuntan las crestas grises de las montañas que forman la sierra de Segura, tachonadas de pinares y de matorral mediterráneo.
Onsares: La aldea de Onsares está enclavada en uno de los parajes más idílicos de Villarrodrigo. El río del mismo nombre atraviesa al sur del término municipal un luminoso valle donde se ubican diseminadas sus tradicionales casas de labranza. Junto al Cauce del afluente, cubierto por una espesa vegetación de ribera, se extienden las pequeñas huertas de Onsares, entre chopos centenarios y plantaciones de olivos. La aldea está rodeada por las cumbres boscosas de la sierra de Segura, enmarcada por las montañas más altas del territorio. Hasta ella se accede a través de una carretera que atraviesa el pico Atalaya, con más de mil metros de altitud.
Sus tierras de color púrpura enlazan las estribaciones de la Sierra de Segura con la cadena montañosa de Sierra Morena. Por ellas batalló don Rodrigo, el maestre de la Orden de Santiago a quien su hijo, el poeta Jorge Manrique, dedico sus famosos y más emotivos versos.
Las tonalidades ocres y rosadas de la arcilla cubren el relieve apacible de Villarrodrigo. Sobre él despuntan las crestas grises de las montañas que forman la sierra de Segura, tachonadas de pinares y de matorral mediterráneo.
Onsares: La aldea de Onsares está enclavada en uno de los parajes más idílicos de Villarrodrigo. El río del mismo nombre atraviesa al sur del término municipal un luminoso valle donde se ubican diseminadas sus tradicionales casas de labranza. Junto al Cauce del afluente, cubierto por una espesa vegetación de ribera, se extienden las pequeñas huertas de Onsares, entre chopos centenarios y plantaciones de olivos. La aldea está rodeada por las cumbres boscosas de la sierra de Segura, enmarcada por las montañas más altas del territorio. Hasta ella se accede a través de una carretera que atraviesa el pico Atalaya, con más de mil metros de altitud.
Historia:
La Sierra de Segura quedó constituida, desde su anexión territorial a Castilla, en una zona de frontera con el reino de Granada bajo el Señorío de la Orden de Santiago y la Encomienda de Segura, y en este espacio se enmarca Albaladejuelo de la sierra nombrado como un "lugar muy bueno, en llano, al pie de una sierra".
Será a partir de 1478 cuando esta población reciba el calificativo de villa por el maestre Rodrigo Manrique, adoptando como condición la construcción de una muralla "por ser tierra de moros". Es el nacimiento de Villarrodrigo, que unos años más tarde, en 1553, vería concedida la Carta de Privilegio por el príncipe Felipe tras el pago de dos cuentos y doscientos cincuenta mil maravedíes: "Os eximimos y apartamos de la jurisdicción de la dicha villa de Segura... Y os hacemos villa para que en ella y en la dicha dehesa como ahora está amojonada y deslindada se use y ejerza nuestra jurisdicción civil y criminal". Fue sede de la Vicaría con jurisdicción sobre las cercanas poblaciones de Génave, Torres de Albansanchez y Bayonas.
Será a partir de 1478 cuando esta población reciba el calificativo de villa por el maestre Rodrigo Manrique, adoptando como condición la construcción de una muralla "por ser tierra de moros". Es el nacimiento de Villarrodrigo, que unos años más tarde, en 1553, vería concedida la Carta de Privilegio por el príncipe Felipe tras el pago de dos cuentos y doscientos cincuenta mil maravedíes: "Os eximimos y apartamos de la jurisdicción de la dicha villa de Segura... Y os hacemos villa para que en ella y en la dicha dehesa como ahora está amojonada y deslindada se use y ejerza nuestra jurisdicción civil y criminal". Fue sede de la Vicaría con jurisdicción sobre las cercanas poblaciones de Génave, Torres de Albansanchez y Bayonas.
Lugares de Interés:
· El Torreón: situado en el centro de la localidad, es de planta cuadrada y fue construido entre los siglos XIII y XIV con fines defensivos por la Orden de Santiago, con gruesos sillares de arenisca roja que forman un llamativo arco sobre su puerta de acceso. Los muros del bastión superan los dos metros de grosor, y en su interior, que conserva una de las dos bóvedas que llegó a tener, está cubierto por una robusta bóveda de cascarón. El torreón conserva seis aspilleras y un aljibe subterráneo que recogía las aguas desde el tejado. Desde la plaza que preside la fortaleza, declarada Monumento Histórico, parten las antiguas callejuelas de Villarrodrigo. En ellas las viviendas muestran sus muros de tapial blanqueado y los distinguidos adornos de sus rejas de hierro forjado.
· Iglesia de San Bartolomé: Sobresale sobre los tejares rojizos del casco antiguo, le armónico juego de volúmenes de esta bella iglesia. Erigido en el siglo XV, muestra en su factura los cánones arquitectónicos del renacimiento y del incipiente barroco. De planta basilical, divide el diáfano espacio interior en tres naves que confluyen, a través de una gran arco toral, en la abultada bóveda de media naranja sobre pechinas que cubre el presbiterio. La escalera de caracol que da acceso al campanario, labrada en piedra, es otra de las joyas que encierra esta iglesia. Es obra de los canteros Íñigo y Juan de Moyica que la realizaron en el año 1555. Asimismo, destaca la pila bautismal, rescatada de la desaparecida iglesia de San Andrés de Bayonas. Otro de los elementos más notables de la arquitectura del templo es la propia torre campanario, rematada con gárgolas y cresterías.
· Retablo de la Iglesia de San Bartolomé: El retablo que adorna el altar mayor de la Iglesia de San Bartolomé es una de las obras de arte más relevantes de la provincia. Realizado en el año 1636, el retablo muestra en su estructura y composición un marcado influjo manierista. Muchos estudiosos han visto en las complejas iconografías que lo conforman la impronta de Vignola, el influyente artista italiano que reemplazó a Miguel Ángel en los trabajos del Vaticano. El retablo está formado por varias pinturas cuidadosamente distribuidas entre columnas y frontones dorados que muestran de una forma sencilla y eficaz el mensaje de la divinidad a los fieles. Las que flanquean sus laterales representan escenas de la infancia de Jesús, mientras que otras, las que se hallan en su base, desarrollan la temática de la redención. El centro del retablo lo preside una talla del titular de la iglesia, y en el ático, cerrando la composición, figura un gran óleo de Santiago Matamoros, donde el santo es representado con el estandarte de la orden militar que administraba la sierra de Segura. De composición clasicista, este retablo exhibe de manera un tanto tímida sus órdenes colosales de concepción canesca. Sus labores de pincel, inspiradas en estampas de Phillipe de Galle, sigue la estela romanista de Pedro de Raxis.
· Iglesia de San Bartolomé: Sobresale sobre los tejares rojizos del casco antiguo, le armónico juego de volúmenes de esta bella iglesia. Erigido en el siglo XV, muestra en su factura los cánones arquitectónicos del renacimiento y del incipiente barroco. De planta basilical, divide el diáfano espacio interior en tres naves que confluyen, a través de una gran arco toral, en la abultada bóveda de media naranja sobre pechinas que cubre el presbiterio. La escalera de caracol que da acceso al campanario, labrada en piedra, es otra de las joyas que encierra esta iglesia. Es obra de los canteros Íñigo y Juan de Moyica que la realizaron en el año 1555. Asimismo, destaca la pila bautismal, rescatada de la desaparecida iglesia de San Andrés de Bayonas. Otro de los elementos más notables de la arquitectura del templo es la propia torre campanario, rematada con gárgolas y cresterías.
· Retablo de la Iglesia de San Bartolomé: El retablo que adorna el altar mayor de la Iglesia de San Bartolomé es una de las obras de arte más relevantes de la provincia. Realizado en el año 1636, el retablo muestra en su estructura y composición un marcado influjo manierista. Muchos estudiosos han visto en las complejas iconografías que lo conforman la impronta de Vignola, el influyente artista italiano que reemplazó a Miguel Ángel en los trabajos del Vaticano. El retablo está formado por varias pinturas cuidadosamente distribuidas entre columnas y frontones dorados que muestran de una forma sencilla y eficaz el mensaje de la divinidad a los fieles. Las que flanquean sus laterales representan escenas de la infancia de Jesús, mientras que otras, las que se hallan en su base, desarrollan la temática de la redención. El centro del retablo lo preside una talla del titular de la iglesia, y en el ático, cerrando la composición, figura un gran óleo de Santiago Matamoros, donde el santo es representado con el estandarte de la orden militar que administraba la sierra de Segura. De composición clasicista, este retablo exhibe de manera un tanto tímida sus órdenes colosales de concepción canesca. Sus labores de pincel, inspiradas en estampas de Phillipe de Galle, sigue la estela romanista de Pedro de Raxis.
Fiestas populares y Tradiciones:
El día de San Antón, el 17 de enero, se encienden hogueras en las calles de Villarrodrigo. Al finalizar la función religiosa se reparte el bendecido rosco de San Antón. Tampoco desaprovechan la ocasión de atar al diablo en el día de San Marcos, un ritual de carácter mágico.
El día 24 de agosto Villarrodrigo festeja a San Bartolomé. Esta es una de las fiestas más populares de la villa, que concita el interés de toda la comarca.
A la Virgen de Albanchez, patrona de la localidad, la homenajean a finales de septiembre con la suelta de vaquillas.
Desde 1928 la aldea de Onsares celebra a mediados de mayo la romería de la Virgen Milagrosa, una curiosa fiesta que surgió a petición de la maestra de la pedanía para que los niños pudieran hacer participar en la primera comunión.
El día 24 de agosto Villarrodrigo festeja a San Bartolomé. Esta es una de las fiestas más populares de la villa, que concita el interés de toda la comarca.
A la Virgen de Albanchez, patrona de la localidad, la homenajean a finales de septiembre con la suelta de vaquillas.
Desde 1928 la aldea de Onsares celebra a mediados de mayo la romería de la Virgen Milagrosa, una curiosa fiesta que surgió a petición de la maestra de la pedanía para que los niños pudieran hacer participar en la primera comunión.
Gastronomía:
La gastronomía de Villarrodrigo guarda todos los usos y formas de la cocina serrana imperante en la Comarca. Como productos típicos derivados de la matanza son muy apreciadas las morcillas blancas y las morcillas negras, junto al ajopringue, una sustanciosa vianda preparada con el híjado del cerdo. Otros platos tradicionales son la gachamiga, los galianos, y una recia salsa llamada ajo atao con la que suele acompañarse el pan. Las gachas migas y las fritillas son algunos de sus exquisitos dulces caseros.
Información de interés
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