Cruce de caminos entre historia y naturaleza, donde la campiña malagueña se abre paso entre olivares, memoria fronteriza y hospitalidad rural.
Humilladero es un municipio de la provincia de Málaga, en Andalucía, España. Se encuentra a unos 459 metros sobre el nivel del mar y tiene una superficie de 35 km². Su población ronda los 3.300 habitantes en 2025, y su gentilicio es humilladerense. El pueblo está rodeado por campos de cultivo, olivares y zonas de monte bajo, con la Sierra de Humilladero como telón de fondo.
Humilladero es un tranquilo municipio malagueño situado en la comarca de Antequera, en el límite con la provincia de Sevilla, que combina tradición agrícola, historia fronteriza y un entorno natural de campiña y sierra.
Su origen está vinculado a la Edad Media, cuando se estableció como punto de paso entre los reinos de Castilla y Granada. El nombre proviene de una cruz de humillación que marcaba el límite entre territorios cristianos y musulmanes. A lo largo de los siglos, el municipio ha mantenido su carácter rural y agrícola, con especial dedicación al cultivo de cereales, olivos y almendros.
Entre sus lugares de interés destacan la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, de estilo neoclásico, la Plaza de los Derechos Humanos, y el entorno natural de la Sierra de Humilladero, ideal para senderismo y actividades al aire libre. También forma parte del Camino Mozárabe de Santiago, lo que lo convierte en parada de peregrinos que cruzan Andalucía.
La vida cultural se refleja en sus fiestas tradicionales como la Feria de Agosto, la Semana Santa y la Romería de San Isidro, que reúnen a vecinos y visitantes en torno a la música, la gastronomía y la devoción popular.
Humilladero es un lugar sereno y acogedor, donde la historia fronteriza, el paisaje agrícola y la identidad andaluza se conservan con orgullo y sencillez.
Carnavales: Los Carnavales de Humilladero son una de las fiestas más populares de la comarca de Antequera. Durante estos días, las calles del pueblo se llenan de disfraces, música y desfiles. Las comparsas pasan por las principales avenidas, ofreciendo un espectáculo repleto de color y diversión. La implicación de los vecinos convierte esta fiesta en un evento único, donde se vive y comparte la alegría colectiva del carnaval.