Información Turismo Rural en Navalcarnero:
Navalcarnero es un municipio de la provincia y Comunidad de Madrid, en España. La villa de Navalcarnero se localiza al suroeste de la Comunidad de Madrid, en la llanura delimitada por el río Guadarrama, que, a poniente, sirve de límite municipal, y el Alberche, entre cerros y lomas de escasa pendiente en los que predominan los cultivos de secano.
RUTA URBANA SUGERIDA: La plaza del Teatro, punto de encuentro para los vecinos de Navalcarnero, da comienzo a esta ruta; su origen se relaciona con el Teatro Municipal, un edificio de finales del XIX que encarna la tradición de este arte en la localidad. Desde ella se puede acceder a la iglesia de San José, situada al margen de la ruta principal y que da nombre a uno de los barrios más tradicionales de Navalcarnero.
La calle Real nos conducirá ahora al centro vital de la población; pero antes, en la intersección con la calle de la Libertad, se puede admirar el monumento a los Encierros, obra de Feliciano Hernández. Estamos a dos pasos de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, visible desde casi todos los ángulos de Navalcarnero y de cuyo valor arquitectónico deja constancia el que haya sido declarada Monumento Histórico-Artístico. La glorieta que da entrada a la iglesia parroquial recibe su nombre de la antigua ermita de la Veracruz, del siglo XVII y recientemente rehabilitada. Junto a ella se abre la plaza de Segovia, que con su planta irregular y sus edificios porticados constituye una espléndida muestra de la arquitectura popular castellana.
Desde aquí se puede acceder al Parque Histórico de San Sebastián, consagrado a la historia y los personajes más célebres de la villa; también, a la plaza del Pozo Concejo, donde el pozo que hoy puede contemplarse recuerda el que existió en ella a mediados del siglo XVIII, y a la ermita de San Roque.
La ruta turística principal de Navalcarnero continúa desde la plaza de Segovia por la calle de la Constitución, a través de la plaza de la Puerta del Sol, encrucijada que dibuja con precisión la intersección de las cuatro arterias de la villa. En ella se puede descubrir el monumento a Felipe IV. Nuestra siguiente parada será el Museo del Vino, pero antes merece la pena hacer un alto en el pasaje de la Constitución para admirar las pinturas de Alberto Pirrongeli que lo decoran, escenas de la cultura vinícola. El museo se localiza en la plaza de Alonso de Arreo, navalcarnereño de pro que se sumó con veinte hombres armados a la revuelta de los comuneros; este acontecimiento ha sido inmortalizado por Alberto Pirrongelli con una gran pintura mural. Desde este punto se puede acceder a la ermita de San Cosme y San Damián, probablemente la más antigua de la villa.
Bajando por la plaza de Alonso de Arreo se descubre otra salida que conduce a la plazuela del Mercado, en uno de cuyos laterales se alza la Casa de la Lonja, bello ejemplo de casa solariega del siglo XIX. Desde allí, la calle de la Libertad nos devuelve al punto de partida de este itinerario, la plaza del Teatro. Y un poco más adelante se localiza la Casa de la Cultura, que ocupa una casona tradicional rehabilitada como centro de actividades culturales.
La ruta principal de Navalcarnero termina en la Casa de la Cadena, escenario en que el rey Felipe IV y Mariana de Austria recibieron la bendición conyugal en 1649. Se accede a ella a través de la calle de la Doctora desde la plaza del Teatro.
Desde aquí parte el último de los itinerarios secundarios propuestos, que conduce al Parque del Nazareno y a la ermita de la cofradía de Nuestro Hermano Jesús Cautivo del Amor.
· Oficina de turismo: Plaza de Segovia, 1. Tel. 918101141/918101142. Horario: lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 h; sábados de 11:00 a 14:30 h y de 17:00 a 19:00 h. y domingos de 11:00 a 14:30 h. Plaza de Segovia, 1. www.turismo-navalcarnero.com
· Ayuntamiento de Navalcarnero: Plaza de Francisco Sandoval Caballero, s/n. Tel. 918101330. www.ayto-navalcarnero.com
RUTA URBANA SUGERIDA: La plaza del Teatro, punto de encuentro para los vecinos de Navalcarnero, da comienzo a esta ruta; su origen se relaciona con el Teatro Municipal, un edificio de finales del XIX que encarna la tradición de este arte en la localidad. Desde ella se puede acceder a la iglesia de San José, situada al margen de la ruta principal y que da nombre a uno de los barrios más tradicionales de Navalcarnero.
La calle Real nos conducirá ahora al centro vital de la población; pero antes, en la intersección con la calle de la Libertad, se puede admirar el monumento a los Encierros, obra de Feliciano Hernández. Estamos a dos pasos de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, visible desde casi todos los ángulos de Navalcarnero y de cuyo valor arquitectónico deja constancia el que haya sido declarada Monumento Histórico-Artístico. La glorieta que da entrada a la iglesia parroquial recibe su nombre de la antigua ermita de la Veracruz, del siglo XVII y recientemente rehabilitada. Junto a ella se abre la plaza de Segovia, que con su planta irregular y sus edificios porticados constituye una espléndida muestra de la arquitectura popular castellana.
Desde aquí se puede acceder al Parque Histórico de San Sebastián, consagrado a la historia y los personajes más célebres de la villa; también, a la plaza del Pozo Concejo, donde el pozo que hoy puede contemplarse recuerda el que existió en ella a mediados del siglo XVIII, y a la ermita de San Roque.
La ruta turística principal de Navalcarnero continúa desde la plaza de Segovia por la calle de la Constitución, a través de la plaza de la Puerta del Sol, encrucijada que dibuja con precisión la intersección de las cuatro arterias de la villa. En ella se puede descubrir el monumento a Felipe IV. Nuestra siguiente parada será el Museo del Vino, pero antes merece la pena hacer un alto en el pasaje de la Constitución para admirar las pinturas de Alberto Pirrongeli que lo decoran, escenas de la cultura vinícola. El museo se localiza en la plaza de Alonso de Arreo, navalcarnereño de pro que se sumó con veinte hombres armados a la revuelta de los comuneros; este acontecimiento ha sido inmortalizado por Alberto Pirrongelli con una gran pintura mural. Desde este punto se puede acceder a la ermita de San Cosme y San Damián, probablemente la más antigua de la villa.
Bajando por la plaza de Alonso de Arreo se descubre otra salida que conduce a la plazuela del Mercado, en uno de cuyos laterales se alza la Casa de la Lonja, bello ejemplo de casa solariega del siglo XIX. Desde allí, la calle de la Libertad nos devuelve al punto de partida de este itinerario, la plaza del Teatro. Y un poco más adelante se localiza la Casa de la Cultura, que ocupa una casona tradicional rehabilitada como centro de actividades culturales.
La ruta principal de Navalcarnero termina en la Casa de la Cadena, escenario en que el rey Felipe IV y Mariana de Austria recibieron la bendición conyugal en 1649. Se accede a ella a través de la calle de la Doctora desde la plaza del Teatro.
Desde aquí parte el último de los itinerarios secundarios propuestos, que conduce al Parque del Nazareno y a la ermita de la cofradía de Nuestro Hermano Jesús Cautivo del Amor.
· Oficina de turismo: Plaza de Segovia, 1. Tel. 918101141/918101142. Horario: lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 h; sábados de 11:00 a 14:30 h y de 17:00 a 19:00 h. y domingos de 11:00 a 14:30 h. Plaza de Segovia, 1. www.turismo-navalcarnero.com
· Ayuntamiento de Navalcarnero: Plaza de Francisco Sandoval Caballero, s/n. Tel. 918101330. www.ayto-navalcarnero.com
Historia de Navalcarnero:
El motivo de su fundación, que tuvo lugar el 10 de octubre de 1499, fue la pretensión de Segovia de asegurar las tierras de su propiedad, amenazadas por el expansionismo de los señoríos. El lugar pasó a formar parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia con la oposición de don Gonzalo Chacón, señor de Casarrubios, y los marqueses de Moya, hecho que dio inicio a un largo pleito que se prolongaría hasta principios del siglo XVII. Entre tanto, y con motivo de la guerra de las Comunidades, la población prestó su apoyo a la ciudad castellana, sublevada contra las tropas imperiales de Carlos V, incorporando algunos hombres en las filas del ejército comunero al mando de Juan Bravo, que sucumbiría en la batalla de Villalar el 23 de abril de 1521.
En 1627, Navalcarnero compró su jurisdicción a la Corona, satisfaciendo así su aspiración a la independencia de la ciudad de Segovia. Unos años más tarde, el 7 de octubre de 1649, el villazgo fue testigo de uno de los mayores acontecimientos de su historia: el rey Felipe IV y su sobrina doña Mariana de Austria la eligieron para su boda. Allí recibieron las bendiciones conyugales y celebraron la ceremonia de las velaciones. En agradecimiento a la hospitalidad de los vecinos, el monarca concedió el título de «villa real» a Navalcarnero.
El posterior crecimiento de la población estuvo basado en la agricultura de secano y, muy especialmente, en la vid y la producción vinícola, con caldos que abastecían los mercados de Segovia y Madrid. Hoy cuenta con más de 27000 vecinos, pero el sector primario ocupa apenas a un 5 % de la población y la vitalidad de la economía depende de los recursos turísticos, comerciales y de servicios y, en menor medida, de la industria.
La labor de protección y recuperación del patrimonio histórico-artístico emprendida en los últimos años ha permitido rehabilitar el casco antiguo de la villa, de incuestionable sabor castellano, que hoy aparece a ojos del visitante con innegable esplendor.
En 1627, Navalcarnero compró su jurisdicción a la Corona, satisfaciendo así su aspiración a la independencia de la ciudad de Segovia. Unos años más tarde, el 7 de octubre de 1649, el villazgo fue testigo de uno de los mayores acontecimientos de su historia: el rey Felipe IV y su sobrina doña Mariana de Austria la eligieron para su boda. Allí recibieron las bendiciones conyugales y celebraron la ceremonia de las velaciones. En agradecimiento a la hospitalidad de los vecinos, el monarca concedió el título de «villa real» a Navalcarnero.
El posterior crecimiento de la población estuvo basado en la agricultura de secano y, muy especialmente, en la vid y la producción vinícola, con caldos que abastecían los mercados de Segovia y Madrid. Hoy cuenta con más de 27000 vecinos, pero el sector primario ocupa apenas a un 5 % de la población y la vitalidad de la economía depende de los recursos turísticos, comerciales y de servicios y, en menor medida, de la industria.
La labor de protección y recuperación del patrimonio histórico-artístico emprendida en los últimos años ha permitido rehabilitar el casco antiguo de la villa, de incuestionable sabor castellano, que hoy aparece a ojos del visitante con innegable esplendor.
Lugares de Interés:
· Plaza de Segovia: El principal atractivo de Navalcarnero es el conjunto formado por su pintoresca plaza mayor, recientemente rehabilitada respetando el colorido tradicional de las fachadas y parte de su decoración tradicional, y la iglesia de la Asunción. La plaza de Segovia —tal es su nombre oficial—, cruce de caminos y centro urbano de la villa, responde al modelo castellano; tiene planta irregular, con edificios de dos y tres alturas porticados en tres de sus cuatro lados. En ella, la madera de las balconadas se entremezcla con la forja de balcones y ventanas y el granito de las columnas. Testigo excepcional de la historia y la vida diaria de Navalcarnero, la plaza, que fue erigida entre los siglos XVI y XVII, ha sido declarada Bien de Interés Cultural y galardonada con el Premio Europa Nostra 2001. El edificio más representativo que abre a ella su fachada es la antigua Casa Consistorial, de la que existe constancia documental ya en 1588. Hoy en día decoran su fachada el acta de fundación de Navalcarnero y su escudo, labrado en piedra por el escultor Feliciano Hernández. La oficina de turismo se encuentra ubicada en sus bajos.
· Ermita de la Veracruz: Plaza de la Veracruz. Construida a principios del siglo XVII, su reciente rehabilitación ha sacado a la luz interesantes pinturas al fresco. La ermita estuvo ligada a la cofradía de la Veracruz, que en 1652 adquirió un Cristo yacente atribuido a Sánchez Barba; hoy se conserva en dicha ermita.
· Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: Plaza de la Veracruz. Declarada Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico, remonta su origen a principios del siglo XVI y ha sufrido numerosas remodelaciones a lo largo de su historia, de modo que se superponen en ella distintos estilos arquitectónicos. Exteriormente destaca su torre mudéjar, de cuatro cuerpos —el tercero decorado con arcos ciegos entrecruzados— y coronada por un chapitel del siglo XVII. Su sencilla portada principal corresponde a la ampliación del siglo XVIII, en la que se actuó también sobre las naves laterales y los pies del templo. El interior, de planta basilical, se divide en tres naves separadas por arcos de medio punto. En la nave central, abovedada, destacan tres pinturas murales que muy probablemente se deban a Antonio Palomino, quien en 1724 solicitó el traslado a Navalcarnero. La cabecera, donde llama la atención la cúpula del crucero, se caracteriza por la austeridad; comenzó a construirse a finales del siglo XVI y ha sido relacionada con Alonso de Covarrubias. Ya en el siglo XVII se levantaría la capilla de la Inmaculada Concepción. Pinturas al fresco y diversos lienzos atribuidos a Juan Vicente Ribera decoran la estancia. Al margen de estas pinturas, en la decoración del templo destacan los retablos. En la propia capilla de la Inmaculada Concepción se encuentra el retablo de la Virgen, debido a Pedro de la Torre, que es considerado una de las joyas del Barroco madrileño. De la misma época es el retablo mayor, de madera dorada y policromada, que fue ejecutado por el maestro Juan Gómez Lobo a partir de 1666 según diseño del arquitecto Juan de Lobera. Está dividido en tres calles, la central presidida por una imagen de Nuestra Señora de la Asunción. Lo más valioso del conjunto, sin embargo, son los tres lienzos de tema mariano de José Antolínez: Presentación de María en el templo, la Virgen, Coronación de la Virgen e Inmaculada Concepción. También merece la pena detenerse ante los retablos de la Virgen del Carmen y el Sagrado Corazón, situados en el crucero y ambos correspondientes al siglo XVIII.
· Teatro Municipal: Plaza del Teatro s/n. El edificio preside el conjunto urbano de la plaza del Teatro y constituye una de las referencias arquitectónicas y culturales de la villa. Fue erigido a principios del siglo XX y rehabilitado recientemente, y se esconde tras una sobria fachada de ladrillo visto.
· Museo del Vino: Pza. de Alonso de Arreo, s/n. Horario: sábados y domingos, de 11:00 a 14:00 h y, del 1 de junio al 30 de septiembre, de 18:00 a 20:00 h (resto del año, de 17:00 a 19:00 h). El Museo del Vino rinde homenaje a la actividad vitivinícola, que forma parte inseparable de la identidad de Navalcarnero. Está dividido en dos espacios: la bodega, originaria del XIX, y la cueva —una de las muchas que horadan el subsuelo de la villa—, con exposiciones temáticas centradas en la historia de los vinos de Navalcarnero, el proceso de elaboración del vino, las bodegas locales y sus vinos y, por último, una experiencia sensorial denominada «El vino a través de los cinco sentidos».
· Centro de Interpretación de Navalcarnero: Calle San José, 4. Horario: sábados y domingos, de 11:00 a 14:00 h y, del 1 de junio al 30 de septiembre, de 18:00 a 20:00 h (resto del año, de 17:00 a 19:00 h). Esta tradicional casa de labranza conserva en buena medida su estructura original, en la que aparecen claramente delimitados el patio, la vivienda, la troje, la bodega, la cuadra o la cueva. Transformada en moderno espacio expositivo, en la actualidad acoge una interesante muestra sobre la historia, el patrimonio monumental, la economía tradicional o los festejos navalcarnereños.
· Casa de la Cadena: Plaza de don Francisco Sandoval Caballero. La casa en que pernoctaron el rey Felipe IV y Mariana de Austria desapareció en el siglo XIX. La fachada actual es una réplica de la original realizada bajo la dirección del escultor Feliciano Hernández. Debe su nombre a la cadena que colgaba delante de la puerta, sujeta a guardacantones de piedra berroqueña rematados por dos grandes bolas.
· Casa de la Cultura: Calle de la Libertad, 31. Buena muestra de casa solariega castellana —propiedad de la familia Delgado— que remonta su origen al siglo XVIII. En la actualidad ha sido acondicionada como centro de actividades culturales. En su fachada destacan las rejas de forja y el escudo nobiliario.
· Mercado: Plazuela del Mercado. Erigido en el año 1920, conserva la función para la que fue creado.
· Casa de la Lonja: Plazuela del Mercado, 18. Horario: viernes, sábados y domingos, de 11:30 a 14:00 h. y de 17:00 h. a 19:00 h. Esta casa solariega del siglo XVIII se alza en la plaza del Mercado, una de las más bulliciosas de la población. Tras su fachada escudada se esconde un atractivo y sobrio patio interior. Acondicionada como tienda en el siglo XIX y recientemente restaurada por el Ayuntamiento, pueden adquirirse en ella los vinos y productos enológicos y gastronómicos más característicos de la localidad.
· Iglesia de Nuestra Señora de Covadonga: Plaza de Covadonga, s/n. Referencia del barrio que toma su nombre, de marcado sabor popular, es una sencilla iglesia erigida a mediados del siglo XX según proyecto del arquitecto Luis M. Feduchi.
· Silo viejo: Barrio del Silo. Este imponente edificio sirvió durante años como almacén de grano, fundamentalmente de trigo, y confiere una especial personalidad al barrio en el que se halla, rememorando además la importante tradición agrícola de la villa real de Navalcarnero.
· Parque y Museo de Feliciano Hernández: Ronda de San Juan. Horario: confirmar en el tel. 918101141. Espacio al aire libre dedicado al escultor contemporáneo Feliciano Hernández, algunas de cuyas obras están diseminadas por toda la villa. El espacio está dotado de un pequeño edificio que alberga composiciones realizadas para ser exhibidas bajo cubierta. El trabajo de Hernández, de origen abulense, pero afincado en Navalcarnero desde su infancia, se inscribe en el constructivismo y es, sin duda, de los más relevantes del ámbito escultórico español en la segunda mitad del siglo XX.
· Iglesia de San José: Plaza de San José, s/n. Aunque la antigua iglesia, levantada a partir de 1657 sobre un pequeño humilladero, desapareció en su totalidad, el Ayuntamiento de Navalcarnero ha llevado a cabo su reconstrucción tratando de respetar lo más fielmente posible la imagen histórica del templo.
· Ermita de la Veracruz: Plaza de la Veracruz. Construida a principios del siglo XVII, su reciente rehabilitación ha sacado a la luz interesantes pinturas al fresco. La ermita estuvo ligada a la cofradía de la Veracruz, que en 1652 adquirió un Cristo yacente atribuido a Sánchez Barba; hoy se conserva en dicha ermita.
· Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: Plaza de la Veracruz. Declarada Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico, remonta su origen a principios del siglo XVI y ha sufrido numerosas remodelaciones a lo largo de su historia, de modo que se superponen en ella distintos estilos arquitectónicos. Exteriormente destaca su torre mudéjar, de cuatro cuerpos —el tercero decorado con arcos ciegos entrecruzados— y coronada por un chapitel del siglo XVII. Su sencilla portada principal corresponde a la ampliación del siglo XVIII, en la que se actuó también sobre las naves laterales y los pies del templo. El interior, de planta basilical, se divide en tres naves separadas por arcos de medio punto. En la nave central, abovedada, destacan tres pinturas murales que muy probablemente se deban a Antonio Palomino, quien en 1724 solicitó el traslado a Navalcarnero. La cabecera, donde llama la atención la cúpula del crucero, se caracteriza por la austeridad; comenzó a construirse a finales del siglo XVI y ha sido relacionada con Alonso de Covarrubias. Ya en el siglo XVII se levantaría la capilla de la Inmaculada Concepción. Pinturas al fresco y diversos lienzos atribuidos a Juan Vicente Ribera decoran la estancia. Al margen de estas pinturas, en la decoración del templo destacan los retablos. En la propia capilla de la Inmaculada Concepción se encuentra el retablo de la Virgen, debido a Pedro de la Torre, que es considerado una de las joyas del Barroco madrileño. De la misma época es el retablo mayor, de madera dorada y policromada, que fue ejecutado por el maestro Juan Gómez Lobo a partir de 1666 según diseño del arquitecto Juan de Lobera. Está dividido en tres calles, la central presidida por una imagen de Nuestra Señora de la Asunción. Lo más valioso del conjunto, sin embargo, son los tres lienzos de tema mariano de José Antolínez: Presentación de María en el templo, la Virgen, Coronación de la Virgen e Inmaculada Concepción. También merece la pena detenerse ante los retablos de la Virgen del Carmen y el Sagrado Corazón, situados en el crucero y ambos correspondientes al siglo XVIII.
· Teatro Municipal: Plaza del Teatro s/n. El edificio preside el conjunto urbano de la plaza del Teatro y constituye una de las referencias arquitectónicas y culturales de la villa. Fue erigido a principios del siglo XX y rehabilitado recientemente, y se esconde tras una sobria fachada de ladrillo visto.
· Museo del Vino: Pza. de Alonso de Arreo, s/n. Horario: sábados y domingos, de 11:00 a 14:00 h y, del 1 de junio al 30 de septiembre, de 18:00 a 20:00 h (resto del año, de 17:00 a 19:00 h). El Museo del Vino rinde homenaje a la actividad vitivinícola, que forma parte inseparable de la identidad de Navalcarnero. Está dividido en dos espacios: la bodega, originaria del XIX, y la cueva —una de las muchas que horadan el subsuelo de la villa—, con exposiciones temáticas centradas en la historia de los vinos de Navalcarnero, el proceso de elaboración del vino, las bodegas locales y sus vinos y, por último, una experiencia sensorial denominada «El vino a través de los cinco sentidos».
· Centro de Interpretación de Navalcarnero: Calle San José, 4. Horario: sábados y domingos, de 11:00 a 14:00 h y, del 1 de junio al 30 de septiembre, de 18:00 a 20:00 h (resto del año, de 17:00 a 19:00 h). Esta tradicional casa de labranza conserva en buena medida su estructura original, en la que aparecen claramente delimitados el patio, la vivienda, la troje, la bodega, la cuadra o la cueva. Transformada en moderno espacio expositivo, en la actualidad acoge una interesante muestra sobre la historia, el patrimonio monumental, la economía tradicional o los festejos navalcarnereños.
· Casa de la Cadena: Plaza de don Francisco Sandoval Caballero. La casa en que pernoctaron el rey Felipe IV y Mariana de Austria desapareció en el siglo XIX. La fachada actual es una réplica de la original realizada bajo la dirección del escultor Feliciano Hernández. Debe su nombre a la cadena que colgaba delante de la puerta, sujeta a guardacantones de piedra berroqueña rematados por dos grandes bolas.
· Casa de la Cultura: Calle de la Libertad, 31. Buena muestra de casa solariega castellana —propiedad de la familia Delgado— que remonta su origen al siglo XVIII. En la actualidad ha sido acondicionada como centro de actividades culturales. En su fachada destacan las rejas de forja y el escudo nobiliario.
· Mercado: Plazuela del Mercado. Erigido en el año 1920, conserva la función para la que fue creado.
· Casa de la Lonja: Plazuela del Mercado, 18. Horario: viernes, sábados y domingos, de 11:30 a 14:00 h. y de 17:00 h. a 19:00 h. Esta casa solariega del siglo XVIII se alza en la plaza del Mercado, una de las más bulliciosas de la población. Tras su fachada escudada se esconde un atractivo y sobrio patio interior. Acondicionada como tienda en el siglo XIX y recientemente restaurada por el Ayuntamiento, pueden adquirirse en ella los vinos y productos enológicos y gastronómicos más característicos de la localidad.
· Iglesia de Nuestra Señora de Covadonga: Plaza de Covadonga, s/n. Referencia del barrio que toma su nombre, de marcado sabor popular, es una sencilla iglesia erigida a mediados del siglo XX según proyecto del arquitecto Luis M. Feduchi.
· Silo viejo: Barrio del Silo. Este imponente edificio sirvió durante años como almacén de grano, fundamentalmente de trigo, y confiere una especial personalidad al barrio en el que se halla, rememorando además la importante tradición agrícola de la villa real de Navalcarnero.
· Parque y Museo de Feliciano Hernández: Ronda de San Juan. Horario: confirmar en el tel. 918101141. Espacio al aire libre dedicado al escultor contemporáneo Feliciano Hernández, algunas de cuyas obras están diseminadas por toda la villa. El espacio está dotado de un pequeño edificio que alberga composiciones realizadas para ser exhibidas bajo cubierta. El trabajo de Hernández, de origen abulense, pero afincado en Navalcarnero desde su infancia, se inscribe en el constructivismo y es, sin duda, de los más relevantes del ámbito escultórico español en la segunda mitad del siglo XX.
· Iglesia de San José: Plaza de San José, s/n. Aunque la antigua iglesia, levantada a partir de 1657 sobre un pequeño humilladero, desapareció en su totalidad, el Ayuntamiento de Navalcarnero ha llevado a cabo su reconstrucción tratando de respetar lo más fielmente posible la imagen histórica del templo.
Fiestas Populares y Gastronomía:
FIESTAS Y TRADICIONES:
· Real Mercado del Siglo de Oro y fiestas patronales: La fiesta grande de Navalcarnero se celebra la primera quincena de septiembre en honor de Nuestra Señora de la Concepción. El día 8 es la fecha más señalada, y en ella se lleva a cabo la tradicional procesión de la patrona. Este acontecimiento, la gran ofrenda floral que tiene lugar el 6 de septiembre, los fuegos artificiales del día 7 y los populares encierros nocturnos (la tradición taurina de la villa se remonta al menos a mediados del siglo XVII) concitan buena parte del interés de las fiestas patronales navalcarnereñas, que terminan con una caldereta de toro comunal y una traca de fin de fiestas. Días antes de las fiestas patronales, el último fin de semana de agosto o el primero de septiembre, se celebra el Real Mercado del Siglo de Oro, ambientado en la época de Felipe IV. El mercado, en el que no podía faltar la representación de la boda del rey con doña Mariana de Austria, ha sido recientemente declarado de Interés Turístico por la Comunidad de Madrid y constituye una buena ocasión para acercarse a degustar los productos típicos de la villa.
· Mercado de Artesanía: Plaza de Segovia. Cada segundo domingo de mes, con la excepción de agosto y septiembre, se celebra en la plaza de Segovia un interesante mercado de artesanía: productos de madera, cuero, cerámica, papel, vidrio... se exponen en los distintos puestos, al ttiempo que el ambiente festivo se apodera del centro de Navalcarnero. Una excusa perfecta para acercarse a la población y disfrutar de sus muchos atractivos.
· Fiestas de San Isidro: La romería de San Isidro, santo que despierta especial devoción en las localidades agrícolas, se celebra cada año el 15 de mayo y es, sin duda, una de las fiestas más populares de Navalcarnero. Tractores y remolques engalanados acompañan a la imagen del santo hasta su ermita, donde tras la misa solemne y la procesión se reparte pan bendecido, además de paella, limonada... En consonancia con una celebración tan tradicional y costumbrista, los bailes regionales amenizan el festejo.
GASTRONOMÍA:
La gastronomía de la villa pone de manifiesto su estrecha vinculación tradicional con Segovia. Así, como buena villa castellana, Navalcarnero presume de sus asados, el plato estrella de la carta de la mayoría de los restaurantes de la población. Pero la rica materia prima del municipio no se agota en el cordero: todo lo contrario. Navalcarnero es tierra de caza menor, y el conejo, la liebre y la perdiz son alternativas no desdeñables.
Fama muy especial tienen los garbanzos locales, de gran finura, con los que se elabora un plato tradicional como la olla del segador, una variante del célebre cocido madrileño. También son conocidos los productos de las huertas navalcarnereñas, y en particular la lechuga romana. Y entre los postres, los bollitos de aceite y manteca, espolvoreados con azúcar, tienen un creciente número de incondicionales.Pero si un producto gastronómico representa a Navalcarnero, este no es sino el vino, que históricamente alcanzó reconocimiento nacional e internacional. Los vinos, mejor dicho, porque entre sus caldos, que se inscriben en la Denominación de Origen Vinos de Madrid, se incluyen blancos de uva malvar, una variedad muy ligada a la comarca, y rosados y tintos elaborados con la recia y cada vez más valorada garnacha. Las bodegas de Navalcarnero elaboran actualmente una completa gama de vinos que van desde los jóvenes, frescos y afrutados, hasta los de autor, pasando por crianzas, reservas y grandes reservas con diferentes grados de complejidad. Dos son las bodegas que participan en el programa Ruta del Vino de Madrid:
Bodegas Andrés Díaz: c/ Palencia, 32. Tel. 918111391 / 627962322 / www.bodegasandresdiaz.es.
Bodegas Ricardo Benito: c/ de las Eras, 1. Tel. 918110097 www.ricardobenito.com.
· Real Mercado del Siglo de Oro y fiestas patronales: La fiesta grande de Navalcarnero se celebra la primera quincena de septiembre en honor de Nuestra Señora de la Concepción. El día 8 es la fecha más señalada, y en ella se lleva a cabo la tradicional procesión de la patrona. Este acontecimiento, la gran ofrenda floral que tiene lugar el 6 de septiembre, los fuegos artificiales del día 7 y los populares encierros nocturnos (la tradición taurina de la villa se remonta al menos a mediados del siglo XVII) concitan buena parte del interés de las fiestas patronales navalcarnereñas, que terminan con una caldereta de toro comunal y una traca de fin de fiestas. Días antes de las fiestas patronales, el último fin de semana de agosto o el primero de septiembre, se celebra el Real Mercado del Siglo de Oro, ambientado en la época de Felipe IV. El mercado, en el que no podía faltar la representación de la boda del rey con doña Mariana de Austria, ha sido recientemente declarado de Interés Turístico por la Comunidad de Madrid y constituye una buena ocasión para acercarse a degustar los productos típicos de la villa.
· Mercado de Artesanía: Plaza de Segovia. Cada segundo domingo de mes, con la excepción de agosto y septiembre, se celebra en la plaza de Segovia un interesante mercado de artesanía: productos de madera, cuero, cerámica, papel, vidrio... se exponen en los distintos puestos, al ttiempo que el ambiente festivo se apodera del centro de Navalcarnero. Una excusa perfecta para acercarse a la población y disfrutar de sus muchos atractivos.
· Fiestas de San Isidro: La romería de San Isidro, santo que despierta especial devoción en las localidades agrícolas, se celebra cada año el 15 de mayo y es, sin duda, una de las fiestas más populares de Navalcarnero. Tractores y remolques engalanados acompañan a la imagen del santo hasta su ermita, donde tras la misa solemne y la procesión se reparte pan bendecido, además de paella, limonada... En consonancia con una celebración tan tradicional y costumbrista, los bailes regionales amenizan el festejo.
GASTRONOMÍA:
La gastronomía de la villa pone de manifiesto su estrecha vinculación tradicional con Segovia. Así, como buena villa castellana, Navalcarnero presume de sus asados, el plato estrella de la carta de la mayoría de los restaurantes de la población. Pero la rica materia prima del municipio no se agota en el cordero: todo lo contrario. Navalcarnero es tierra de caza menor, y el conejo, la liebre y la perdiz son alternativas no desdeñables.
Fama muy especial tienen los garbanzos locales, de gran finura, con los que se elabora un plato tradicional como la olla del segador, una variante del célebre cocido madrileño. También son conocidos los productos de las huertas navalcarnereñas, y en particular la lechuga romana. Y entre los postres, los bollitos de aceite y manteca, espolvoreados con azúcar, tienen un creciente número de incondicionales.Pero si un producto gastronómico representa a Navalcarnero, este no es sino el vino, que históricamente alcanzó reconocimiento nacional e internacional. Los vinos, mejor dicho, porque entre sus caldos, que se inscriben en la Denominación de Origen Vinos de Madrid, se incluyen blancos de uva malvar, una variedad muy ligada a la comarca, y rosados y tintos elaborados con la recia y cada vez más valorada garnacha. Las bodegas de Navalcarnero elaboran actualmente una completa gama de vinos que van desde los jóvenes, frescos y afrutados, hasta los de autor, pasando por crianzas, reservas y grandes reservas con diferentes grados de complejidad. Dos son las bodegas que participan en el programa Ruta del Vino de Madrid:
Bodegas Andrés Díaz: c/ Palencia, 32. Tel. 918111391 / 627962322 / www.bodegasandresdiaz.es.
Bodegas Ricardo Benito: c/ de las Eras, 1. Tel. 918110097 www.ricardobenito.com.
Recursos Naturales:
· Ruta de la pradera de San Isidro: La ruta parte de la plaza de Segovia a través de la calle de Jacinto González y, al final de la misma, la cuesta del Águila; en la primera rotonda habrá que tomar el camino del Pijorro. Nada mas pasar la C-600, giraremos a la izquierda. La ruta nos conducirá ahora hasta la carretera que une Navalcarnero con Villamanta y, tras cruzarla, nos dirigiremos hacia la pradera de San Isidro a través del camino del Agua de Riaza. En la pradera, presidida por la ermita de San Isidro, que fue erigida en la década de 1970, podremos reponer fuerzas, beber agua y descansar a la sombra de los árboles. Este lugar acoge cada 15 de mayo una popular romería.
Tras este receso continuaremos por el camino del Agua de Riaza hasta la confluencia con el camino del Mancheguillo, donde se alza una cruz que brinda las mejores vistas de toda la senda: las tierras de labor, la villa de Navalcarnero, la sierra de Madrid, la sierra de Guisando... Llegados a este punto, el camino del Mancheguillo nos conducirá hasta el camino de Méntrida, que tomaremos a nuestra izquierda de regreso al centro de la localidad.
Tras este receso continuaremos por el camino del Agua de Riaza hasta la confluencia con el camino del Mancheguillo, donde se alza una cruz que brinda las mejores vistas de toda la senda: las tierras de labor, la villa de Navalcarnero, la sierra de Madrid, la sierra de Guisando... Llegados a este punto, el camino del Mancheguillo nos conducirá hasta el camino de Méntrida, que tomaremos a nuestra izquierda de regreso al centro de la localidad.