Quesada es un municipio de la provincia de Jaén, én Andalucía, España. Pertenece a la comarca Sierra de Cazorla. Su gentilicio es quesadenses o quesadeños. Tiene unos 6.000 habitantes. Belerda, Bruñel y Peal de Becerro son pedanías de este municipio. El río Guadalquivir nace en su término municipal. |
Se encuentra en el valle del Guadiana Menor, afluente del Guadalquivir, sobre la ladera occidental de la sierra de Cazorla. Está rodeada de un hermoso paisaje montañoso, entre cuyas elevaciones destacan, al norte, Puerto Lorente, y al sur, dominando la ciudad, el cerro de la Magdalena. Dista unos 100 kilómetros de la capital de provincia, Jaén, a 30 de Cazorla y a 40 de Úbeda. |
Su término municipal forma parte del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es algo más que naturaleza. El paso de civilizaciones tan dispares como la íbera, romana o árabe han dejado una huella en sus poblaciones que no hay que dejar de visitar. Destacan las plazas y callejones de Cazorla, municipio escoltado por la sierra de los Halcones, el castillo de la Iruela, la necrópolis ibérica de Toya en Peal de Becerro y la villa romana de Bruñel. |
En este municipio nació el pintor expresionista Rafael Zabaleta en 1907 y murió en 1960. |
La Comarca Sierra de Cazorla se encuentra situada en el sureste de la provincia de Jaén, limita al noreste con la Sierra de Segura, al noroeste con la comarca de La Loma y Las Villas, al suroeste con Sierra Mágina y al sur y sureste con la provincia de Granada. Tiene una superficie de 134.037 hectáreas y está integrada por los términos municipios de Cazorla, Chilluévar, Hinojares, Huesa, La Iruela, Peal de Becerro, Pozo Alcón, Quesada y Santo Tomé, así como numerosas aldeas y cortijadas que se distribuyen a todo lo largo y ancho de una impresionante geografía coronada por las sierras de Cazorla, Quesada, el Pozo y La Cabrilla. |
Si algo caracteriza a la comarca es la variedad en paisajes y ecosistemas, con altitudes que van desde los 2.100 metros en la Sierra de la Cabrilla hasta los 360 metros en las proximidades del Puente de la Cerrada. Altas cumbres se mezclan con profundos barrancos, suaves relieves y amplios valles, bosques, olivares, pastos de alta montaña y huertas, zonas húmedas, secas y semidesérticas. |
La elevada altitud media, que sobrepasa los 1.000 metros, dota a estas serranías de una espectacular belleza, encontrándose numerosas cumbres que rebasan los 2.000 metros. La altitud asciende de oeste a este, pero no de forma continua, sino formando dientes de sierra cuyos salientes y entrantes son progresivamente más pronunciados, alternando cursos fluviales y líneas de cumbres, tanto más altas cuanto más nos adentramos en las sierras. |
El clima se caracteriza por inviernos fríos con abundantes precipitaciones (de nieve por encima de los 1.200 metros) y veranos secos y calurosos. Las precipitaciones oscilan entre los 400 mm. en las zonas bajas de la parte sur-occidental de la comarca y los 1.600 mm., incluso 2.000, en las cumbres. La temperatura media anual muestra un clima relativamente suave. |
Las características naturales del territorio han condicionado el uso y aprovechamiento del mismo. Los usos tradicionales son el aprovechamiento ganadero y forestal, la explotación de pequeños minifundios de cultivos tradicionales (olivar, cereal y huerta), la caza, la pesca, la recolección de setas y frutos silvestres del bosque y una variada artesanía popular, esparto y mimbre principalmente. Estos usos han dejado paso a nuevas actividades económicas, principalmente empresas de servicios, sobre todo turísticos, en el área del Parque Natural. La expansión e intensificación del olivar, que ocupa en la actualidad el 70% del área cultivada, se sitúa en superficies tradicionalmente dedicadas a otros cultivos, cereal en la campiña y hortícolas en las fértiles vegas del Guadalquivir y el Guadiana Menor. |
A vista de pájaro en el paisaje de esta comarca se pueden distinguir las sierras, al este y la campiña y las depresiones del Guadiana Menor y Guadalquivir, al oeste. |
Desde cualquier punto de entrada a nuestra comarca aparece la Sierra de Cazorla como telón de fondo de un maravilloso escenario paisajístico. Varias sierras se alinean de este a oeste disminuyendo de altitud: La Cabrilla, Pozo, Cazorla y Quesada, separadas por el valle del Guadalentín, el valle del Guadalquivir y por la falla de Tíscar. |
Entre las sierras y las depresiones aparece la campiña, su relieve es suave y alomado. Tradicionalmente las zonas más bajas, por debajo de los 600 metros, estaban ocupadas por tierras de labor (cereal, leguminosas, etc.), mientras que a medida que se ascendía en altitud, el olivar era el cultivo dominante. Cerca de los pueblos, aprovechando los pequeños cursos de agua y los bancales tradicionales, permanecen aún huertas y frutales. En la actualidad el olivar ha ido desplazando al resto de cultivos, las lomas están ocupadas por un inmenso mar de olivos, interrumpido aún por algunas parcelas de tierra calma y pequeñas huertas, todo ello, enmarcado por las sierras circundantes. En las zonas más secas los almendros salpican de blanco la primavera. |