Casas Rurales recomendadas en La Adrada

Cabañas Paraiso del Tietar

Cabañas-Casas de Madera

Cabañas Paraiso del Tietar

La Adrada (Ávila) España

Información general:

La Adrada es un muncicipio de la provinica de Ávila, en Castilla y León, España. La Villa de La Adrada se encuentra situada en el vértice suroriental de la provincia de Ávila, en la cabecera del Valle del Tietar a 623 metros de altitud sobre el nivel del mar. El punto más alto del término municipal es el pico de la Escusa (1.985 metros). Esta situación privilegiada, en la vertiente sur de la sierra de Gredos, le permite gozar de un clima suave, húmedo y templado, sin aridez y libre de heladas entre abril y diciembre.
La temperatura media anual se sitúa en torno a los 14-15 grados y los elevados índices de pluviosidad (unos 1.000 mm/año), permiten disfrutar de una vegetación rica, variada y exuberante que, junto con las aguas cristalinas de los arroyos y gargantas que recorren su territorio, hacen la delicia del visitante.
El municipio delimita al sur con Fresnedilla, al oeste con Piedralaves, al este con Sotillo de la Adrada e Higueras de las Dueñas y al norte con Navaluenga y El Barraco.
La Adrada está situada en el corazón del Valle del Tietar, repleto de densos bosques con valles trazados por los eternos caprichos de múltiples gargantas y riachuelos que pueblan una zona rica en flora y fauna. Se halla sobre un promontorio elevado que domina el valle, donde se alza su castillo, que en la actualidad se ha convertido en Centro de Interpretación de El Tiétar.
La Adrada es un foco turístico de primer orden, cuyos parajes increibles invitan al descanso. Entre soberbios bosques de pino piñonero, verdes praderas y piscinas naturales. Aunque también hay que andar tranquilamente por sus calles y rincones pintorescos.
Se pueden visitar chorreras de agua como el Charco de la Hoya o la Yega, presas como la Pinara, ideales para paseos caminando o en bicicleta. Como punto de partida, es ideal para visitar todo el valle repleto de historia, como la calzada romana, a la vista como en pocos sitios, en el Puerto de El Pico. Las Cuevas del Águila, en Arenas de San Pedro, Piedralaves, el puerto y pueblo de Mijares, etc…
Testigos del paso de los siglos, el castillo, y de prosperidad y laboriosidad, la iglesia y los restos de numerosos molinos, fábricas de papel y batanes.
En la actualidad el patrimonio más importante que realmente ofrece La Adrada es su riquísimo medio ambiente, resultado de su ubicación geográfica y su clima.
No se puede dejar de citar la artesanía local, la carpintería de madera, la forja, la alfarería... Su paladar se puede deleitar con los aromáticos y sabrosos embutidos, con los insuperables quesos de cabra, cuya calidad ha sido internacionalmente reconocida, y con los exquisitos y variados bollos de San Blas, productos, todos ellos elaborados artesanalmente en la localidad.

Historia:

La Villa de La Adrada pertenece al poco numerosos grupo de villas antiguas cuya condición de Villazgo es anterior a Felipe II. La primera noticia documentada con referencia a La Adrada es de 1274. Se trata de la cesión que el Concejo de Ávila hace al Concejo de La Adrada para que colonice la zona denominada Dehesa de la Avellaneda. Tras la reconquista, la zona sur de Gredos fue repoblada bajo la forma de repoblación concejil. De dicha repoblación se encarga Ávila. Los nuevos colonos procedían, lógicamente de la España cristiana: gallegos, terenses, burgaleses, etc.
Tras la repoblación, la hoy Villa recibiría una serie de privilegios. El primero de ellos data de 1305, confirmado por el Rey Fernando IV. En él la corona se compromete a proteger a los adranenes de las incursiones y corrimientos de mojones llevados a término por los convecinos de Cadalso y Escalona.
El segundo privilegio es el otorgado por el mismo monarca Fernando IV en 1309. En él la corona acoge el pueblo de La Adrada bajo su protección y le da cierta autonomía respecto al Concejo de Ávila. De otra parte, el rey reafirmaba su autoridad frente al Concejo.
El tercero y más importante, y trascendente para La Adrada, es el otorgado por el monarca Enrique III de Trastámara, El Doliente, dedo en Madrid el 14 de octubre de 1393, ya que por él, La Adrada obtiene el Villazgo y todo lo que condición implica en lo tocante a tributos, administración, gobierno, comercio, ferias, etc. A la nueva Villa se le otorgan ordenanzas municipales que serán como las de Flores de Ávila.
La Adrada pasaría a ser administrada por el condestable Dávalos, Juan II se la daría a Don Álvaro de Luna, Enrique IV a don Beltrán de la Cueva, quien establecería un mayorazgo, que daría lugar al marquesado de La Adrada y posteriormente el título y las posesiones se separarían. Finalmente los Montijo, y por tanto La Casa de Alba, tuvieron que ver con la Villa.


Castillo de Don Álvaro de Luna.

Lugares de Interés:

· Castillo de Don Álvaro de Luna: Está situado en el cerro de El Torrejón, dominando el Alto Tiétar. Construido por el Condestable Dávalos en el siglo XIV, ha sido recientemente restaurado. Utiliza como núcleo central una antigua iglesia del siglo XIII, que fue fortificada hasta convertirla en una fortaleza. Su barbacana o muralla exterior jalonada de cubos circulares, su foso que rodea todo el recinto, su imponente torre del homenaje, su singular torre avanzada o albarrana que alberga una mazmorra, su cubo artillero y sus troneras de palo, orbe (o cerradura invertida) y de buzón, su aljibe integrado en el patio del palacio, todo ello la convierten en una de las mejores muestras de arquitectura militar de la provincia de Ávila. Perteneció a Don Alvaro de Luna, tutor de Isabel la Católica. Tiene patio de armas y varias salas en las que se puede conocer mejor la Historia de esta comarca. En la actualidad, la zona palaciega alberga el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tietar (teléfono 918670011), que ofrece una visita de interés cultural y turístico, amena y didáctica al mismo tiempo ya que plantea un recorrido histórico del Valle del Tietar desde sus primero pobladores hasta la actualidad.
· Casa del Tío Talis: Construida en 1783, está situada al comienzo de la calle de La Feria, en la Plaza de la Villa. Hace chaflan y divide esta calle en dos, el ramal derecho continúa siendo la calle de La Feria y el izquierdo es el antiguo Camino de Piedralaves y posiblemente la calle principal del barrio o aljama judía de la villa. Como una "proa" entre estas dos calles, es el mejor y casi único ejemplo de arquitectura popular en el pueblo. Sobre sus muros de mampostería se levanta, con retranqueo de adobe y maderamen sobre el que descansa el tejado.
· La plaza de La Adrada: Es el antiguo centro geogáfico y cívico del pueblo, en ella se cruzan la calle de La Feria y la calle Larga. En esta última podemos observar uno de los motivos más característicos y típicos del pueblo, Las Escalerillas. Por ellas se sube al barrio El Torrejón, con magníficas vistas y calles sombreadas con buenas parras. Tiene en su centro una fuente del siglo XIX, sirvió de tribunal en sus antiquísimas gradas, fue mercado, cine al aire libre, corral de comedias, plaza de toros y lugar de tertulias. Actualmente es lugar de bailes y enclave donde se celebra el Mercado Medieval. Fue reformada en el año 2010. Aquí se encuentra el Ayuntamiento, que consta de una fachada sencilla y pétrea, una pequeña torre con reloj y un gran balcón de piedra. Se cree que fue construido a finales del siglo XVIII. Frente a ella se encuantra la casa noble mejor conservada, del siglo XVI-XVII. Perteneció a los frailes Jerónimos del Escorial, tal como atestigua su escudo, dueños de la fábrica de papel de la localidad. En el Hogar del Jubilado tal vez estuvo el Pósito de la Villa, siendo después la escuela y casa del maestro, centralita y farmacia. Se conserva también la casa de La Tía Piedad, antiguo comercio de principios del siglo XX.
· Iglesia Parroquial de San Salvador: Está dedicada a El Salvador, es de estilo herreriano y fue construida bajo la dirección de Pedro de Tolosa en el siglo XVI sobre la anterior iglesia del siglo XIV. Su gran templo, orientado hacia oriente, está ubicado en un recinto cercado en su mayor parte por un muro de sillares destinado en tiempos a cementerio. Tiene una sola nave dividida en tres tramos por arcos de piedra de medio punto, con capillas laterales. Los dos primeros presentan bóveda de crucería, y las capillas, de medio cañón. En el tercer tramo, y más elevado, se encuentra el presbiterio. Entrando por la puerta principal, a la derecha, se halla el baptisterio que cuenta con una pila bautismal de granito con relieves artísticos de interés, protegida por una verja de forja antigua. Tras una escalera de piedra, se accede al coro, que cuenta con un magnífico órgano y un facistol de madera. El retablo es soberbio y monumental, de estilo barroco-churrigueresco, es el contrapunto a la sobriedad del templo. Es posiblemente del siglo XVII. En él destaca su imaginería que contempla la imagen del Salvador, titular de la parroquia y de San Blas, el patron del pueblo y una valiosa talla renacentista de la virgen del rosario del siglo XVI, o el gran lienzo de la Asunción de la Virgen, como su magnífica arquitectura en la que destacan seis espectaculares columnas salomónicas talladas. Digna de mención es también la puerta del Sagrario, con el cordero apocalíptico sobre el Libro de los Siete Sellos.
· Ermita de Nuestra Señora de la Yedra: Esta ermita, la casa de la Patrona de la Villa, la Virgen de la Yedra, está edificada, según la tradición, sobre las ruinas cubiertas de yedra donde María se apareció al buen sacristán desplazado de Burgohondo. Posiblemente, allá por los siglos XII o XIV, ya se venerase a la Virgen Ma´ria bajo la advocación de la Yedra, en lo que yal vez fue el primer templo de La Adrada. La primera noticia histórica es de 1612, con motivo de la venida del visitador diocesano, el párroco D. Gabriel de Gama. El edificio actual dista mucho de ser el primitivo, ya que a lo largo de los años ha sufrido reedificaciones y reformas. El ábside hexagonal de la capilla mayor podemos datarlo del siglo XVI. Desde finales del siglo XVII y casi todo el XVIII, la ermita fue adquiriendo su forma actual. En el siglo XVII se comienzan las obras del camarín, hoy sacristía. En 1723 se finalizan las obras del retablo barroco y en 1730 se construyó un portal, demolido a finales del siglo XIX. Se terminó de dorar el retablo y se decoró la capilla mayor con pinturas en 1750, ya desaparecidas baj el jalbegue. El retablo, en buen estado, alberga la imagen de la Yedra, bajo un falso dosel adornado con yedra. En la cimera del altar, una bonita pintura que representa la apoteosis de la Eucaristía (copia de Tiépolo).
· Puente Mocha: Catalogado como romano, forma parte del antiguo camino de la iglesuela. Es posible que fuera afianzado y acondicionado en el siglo XVI para facilitar la comunicación entre Yuste y El Escorial.
· Puente Mosquea: Antiguamente llamado Nosquea, es el puente de la zona con mayor envergadura. Cruza el río Tietar camino de Fresnedilla, Higuera de Dueñas y Escalona. Se encuentra sobre una importante cañada de la Mesta. Cuenta con un sólo arco que descansa sobre una sólida sillería de piedra, y en la base junto a sus dos pilares, tiene dos recios tajamares de piedra para cortar la corriente de agua. El paso superior es de los denominados "lomo de camello", es decir, con pendiente pronunciada a ambos lados.
· Puente Chico: Situado sobre el arroyo de la Cercá, afluente del Tietar por su vertiente izquierda. Si bien no se conoce su datación exacta, se considera su origen como romano tardío. Está situado en el camino a Fresnedilla.
· Puente Nuevo: Hermoso por su sencillez y emplazamiento, se encuentra en el Camino Viejo de Piedralaves sobre la garganta. Sus pilares nos dicen la fecha de su construcción en 1791.
· Puente del Vao: situado en la garganta del Escorial poco antes de desemvocar en el río, en el paraje conocido como Las Juntas. Se trata de una construcción muy recia de la que desde 1920, tras una riada, solo se conservan sus restos.

Fiestas Populares:

· San Blas: Patrón de La Adrada. Se celebran durante los dias 2, 3, 4 y 5 de febrero. Aunque de marcado carácter religioso, durante estas fiestas tienen lugar numerosos actos profanos, entre los que destacan los bailes de disfraces del día 5 (Santa Ágeda).
· Mercado Medieval: Entorno al puente del 1 de Mayo.
· El Salvador: Patrón de la parroquia. Se celebran durante los días 5, 6 y 7 de agosto. Son las primeras fiestas del Valle del Tietar, con actos musicales, festejos taurinos y eventos deportivos.
· Virgen de La Yedra: Patrona de La Adrada, durante el segundo domingo de septiembre, con el sábado anterior y el lunes posterior. De gran importancia para las gentes de La Adrada por su gran devoción a la Virgen. La procesión, que tiene lugar el sábado por la noche, es la más concurrida de cuantas se celebran en la localidad.
· Feria de los Santos: El primer fin de semana de noviembre.

Recursos Naturales:

Rodeada de magníficos bosques de muy distintas características ecológicas y botánicas: pinares encinares, castañares, robledales, junto con las gargantes, magníficos alisos y sauces, son una delicia para la contemplación y hacen de las riberas lugares inmejorables para pasar las horas caniculares del estío.
En Otoño, estos bosques, con el tomillo, el romero, la jara, la peonía (gallina ciega), la resina o el toronjil reconciliarán el olfato con la naturaleza.
A tanta riqueza natural hay que añadir que La Adrada dispone de todos los servicios e instalaciones necesarios para hacer al visitante la vida cómoda y agradable.
· El Molino y La Presa del Concejo: En las ruinas de este molino, las más importantes de las que quedan en los numerosos molinos que hubo en esta localidad, podemos contemplar, además de sus recios muros, los pilares de sillería, sostén de un canal de losas. A sus pies se encuentra la Presa del Concejo. De ella parte una canalización que, en otros tiempos, surtía de agua para riego, y con su caudal movía la gran aceña del molino harinero de la Tía Matilde Graíño. En tiempos no lejanos esta pequeña presa fue lugar de baños.
· El Charco de la Hoya: Actualmente en él está prohibido el baño, pero su belleza natural con su salto de agua bien merece gozar de ella. Aguas arriba se encuentra la "Antigua fábrica de luz".
· Presa La Pinara: Paraje acondicionado como piscina natural. Está a aproximadamente 2 kilómetros del pueblo.
· Pino El Apisquillo: Es un pino silvestre, vulgarmente conocido como cascalvo o laricio, con una altura de 26 metros y 5,25 metros de circunferencia, varias veces centenario y que está situado en el arroyo del Aprisquillo.

Mapa

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