Hay restos de un emplazamiento romano así como del palacio de la familia Carvajal, fundadora de Cabezabellosa. |
Sobresalen la iglesia de San Lorenzo, del siglo XVII, con varias tumbas de piedra, así como tres ermitas: San Antonio y los Mártires, ambas de estilo barroco, y la de la Virgen del Castillo, situada en un promontorio, que contiene un bonito retablo del siglo XVIII. |
Al pasear por los alrededores del pueblo descubriremos varias gargantas espectaculares. En dirección al Torno se eleva el Roble Romanejo o del Acarreado, una especie protegida catalogada como árbol singular de Extremadura. |
Desde el vértice del Pitolero se puede apreciar la llanura extremeña en toda su magnitud y, en los días claros, se llega a ver la ciudad de Cáceres. Sus limpias aguas todavía se transportan hasta Plasencia a través del acueducto medieval. |
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En el norte de la provincia de Cáceres, encajonada entre la sierra de Lagunilla al norte, los montes de Tras la Sierra al este y la sierra de Santa Bárbara al oeste, la comarca de Tierras de Granadilla se expande hacia el sur, hacia el hermoso valle del Alagón. Habitada originalmente por los vetones, un valiente pueblo celtíbero, fue conquistada por los romanos, quienes tuvieron que vérselas con Viriato. De esa época son testigos mudos las ruinas de Cáparra, la segunda ciudad en importancia de la Lusitania romana después de Mérida. Hay restos de esta cultura esparcidos por toda la comarca, que continuó desarrollándose en el medievo, cuando la casa de Alba dio nombre al partido judicial de Granada. Tras la conquista por los Reyes Católicos del reino nazarí del mismo nombre, la comarca pasó a denominarse Tierras de Granadilla. La población medieval de Granadilla fue desalojada debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán, pero contra todo pronóstico no fue inundada. Hoy, parcialmente restaurada, es uno de los atractivos turísticos de la zona. Las dehesas atestadas de ganado, un abrupto paisaje de montañas y gargantas o sus fértiles valles, olivares y bosques endémicos, le confieren un gran atractivo turístico. |
La visita se puede organizar en torno a dos grandes rutas. La primera y más amplia tiene como eje principal la N-630 (E-803). Partiendo de Cabezabellosa y Villar de Plasencia, traza un gran arco y nos introduce en la carretera regional EX-205 para llevarnos, a través de un recorrido por la historia, hasta Santibáñez el Bajo. La segunda comienza en Santa Cruz de Paniagua: adentrándonos por carreteras comarcales y terrenos de montaña, nos transportará a las inmediaciones del río Alagón y del grandioso embalse de Gabriel y Galán. |
No podemos dejar de degustar la gastronomía de la zona, basada en productos del cerdo, el olivo y los panales. Se aconseja llevar bañador y caña, ya que el embalse de Gabriel y Galán resulta apropiado para la pesca y los deportes náuticos. Se recomienda leer el libro de poesía Extremeñas, obra cumbre del poeta Gabriel y Galán, poeta emblemático de la zona. |
Flora: El paisaje abunda en olivares plantados por la mano del hombre. También son frecuentes los pinos, robles, encinas, alcornoques, nogales... |
Fauna: En la comarca medran especies como el jabalí, el zorro, el venado, la cabra montesa y el buitre. Durante la época de apareamiento se pueden observar los bailes de las grullas. |